En Zimbabue, las mujeres aportan alrededor del 70% del trabajo agrícola y se calcula que generan el 60% de la producción, pero en 2016 solo el 18% de las mujeres rurales declaraba ser participante activa en las decisiones sobre la tierra, frente al 30% de los hombres, según el informe. “Las comunidades basadas en la agricultura a pequeña escala y familiar dependen significativamente del trabajo de ellas, pero a menudo las estructuras jurídicas y sociales y la dinámica familiar limitan el acceso de las mujeres a la propiedad y al control de la tierra y de las rentas derivadas de su uso”, señala Kate Muwoki, asesora regional de Transparencia Internacional para el sur de África. “En los casos en los que ellas son propietarias, a menudo su terreno es de menor calidad y más pequeño que la de los hombres. Incluso allí donde existe, la legislación para garantizar la igualdad en el derecho a la tierra tiene a menudo una eficacia limitada”, añade.