Para que Barcelona complete su camino hacia ser referente en música clásica debe poner un ojo, o dos, en los estrenos contemporáneas, promoviendo el talento local pero también el internacional.
BarcelonaLa apuesta genuina del Liceu, L’Auditori, el Palau e Ibercamera para posicionar Barcelona como ciudad referente en música clásiva requerirá de apuestas cómplices para la escena contemporánea
La actividad musical en cuanto a creación contemporánea en Barcelona es una asignatura pendiente que necesita de la construcción de complicidades. Complicidad del sector público para facilitar los recursos que requieren las producciones contemporáneas; del público que debe ser sensible a las nuevas creaciones y no dejar los auditorios vacíos; complicidad y atrevimiento por parte de los programadores ante la apuesta económica que estas producciones requieren; y complicidad de los medios para poner en valor el riesgo que toda producción contemporánea supone.
La apuesta genuina del Liceu, L’Auditori, el Palau e Ibercamera para posicionar Barcelona como ciudad referente en música clásica (y que hoy se visualiza con la presentación del Barcelona Obertura Spring Festival) requerirá de apuestas cómplices para la escena contemporánea. En otros campos, como el de la música electrónica, la experimentación musical adquiere cotas estratosféricas, como es el caso del Sónar.
ZurichLa inversión artística es, obviamente, mayor, pero la taquilla también responde y todas las funciones, hoy, ya están prácticamente agotadas
En Zurich, tanto el Tonhalle –el auditorio-, como el Opernhaus programan habitualmente o bien música contemporánea del repertorio internacional o encargan a compositores una obra de estreno mundial. En el caso de la Óperade Zurich, cada dos años hay un estreno mundial, ya que son las administraciones que subvencionan el teatro las que lo requieren. La temporada que no estrenan, programan una de contemporánea de gran éxito. Este año, el Opernhaus programa un estreno mundial, Lune de Heinz Holliger, con la dirección musical del propio compositor y con el reputado barítono alemán Christian Gerhaher.
En Zurich no se trata sólo de programar obra contemporánea, sino de hacerlo con artistas de primer nivel. La inversión artística es, obviamente, mayor, pero la taquilla también responde y todas las funciones, hoy, ya están prácticamente agotadas. Así sí se promueve el talento compositivo actual, porque llega al público, que consume y disfruta.
Qué podemos hacerEn Barcelona hay que resolver dos temas: el educativo y el económico
Para que Barcelona complete su camino hacia ser referente en música clásicadebe poner un ojo, o dos, en los estrenos contemporáneas, promoviendo el talento local pero también el internacional. En este sentido, hay que resolverdos temas: el educativo, ya que hay que fortalecer la educación musical y cultural del país, para poder ayudar a generar una sensibilidad hacia las nuevas creaciones, desde las escuelas y los planes educativos; y el económico, ya que es necesario que las administraciones, tal y como sucede en Suiza, pongan en marcha planes de apoyo a la creación contemporánea.
Esto se traduce en crear conjuntamente con los equipamientos culturales programas destinados a promover la nueva creación, desde la búsqueda del talento, el estreno -con artistas de primer nivel que despierten el interés del público internacional- y, sobre todo, su difusión en promoción, pero también pedagógica.

Albert Garriga
Zúrich
Global Marketing Communications Manager en Siemens (HQ, Zug) y corresponsal de la revista decana de ópera en español, Ópera Actual.